Diego Milito, un ídolo del zaragocismo, visitó de nuevo el estadio de La Romareda. El argentino aprovechó para mostrarle a su hijo, nacido en Zaragoza, la grandeza del campo blanquillo, donde el delantero, con el “22” a la espalda, hiciera vibrar a los aficionados con su clase y sus goles.
P.- ¿De dónde surge la idea de volver a La Romareda?
R.- Vine a Madrid a ver la final de la Champions. En este viaje vine con mi hijo, que es maño, que ha nacido aquí, en esta ciudad. Cuando me tuve que ir tenía solamente un año y prácticamente no se acordaba del estadio, de la ciudad… Así que aprovechamos la ocasión para volver y enseñarle el lugar donde ha nacido. Estamos muy felices y contentos de poder venir.
P.- ¿Qué recuerdos guardas de Zaragoza?
R.- En la familia tenemos a Zaragoza en el corazón por muchos motivos. Pasé tres años muy bonitos aquí y siempre voy a ser un eterno agradecido a la ciudad y al Club, porque nos dio la posibilidad de jugar junto a mi hermano. El Zaragoza tiene un lugar de privilegio en todos los corazones de los Milito.
P.-¿Cuáles son tus deseos para el Real Zaragoza?
R.- El deseo es que vuelva al lugar que se merece y que nunca debió abandonar. Por historia y por afición, es un Club que considero de Primera, y debe estar ahí. Confío a muerte en que pueda subir, tengo mucha fe; además ha vuelto Víctor Fernández, que conoce muy bien Zaragoza, así que espero que pronto esté en Primera.